"La estadística es la ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno"

lunes, 18 de octubre de 2010

Andromundo. I

Lo reconozco, artículos como éste sacan lo peorcito de mí.


Resulta que, como dice el titular, "los hombres se suicidan, las mujeres lo intentan". Y añade como entradilla que"las muertes voluntarias masculinas triplican las femeninas - La desproporción se atribuye a factores genéticos y biológicos - En 2008 hubo más fallecidos por esta causa que por el tráfico".

Me encanta. Pero ¿por qué separar los suicidios de hombres y mujeres? , ¿es acaso el número de muertes por tráfico una unidad de medida en el tema de los fallecimientos semejante a los Km/h ? Y lo que es el principal motivo de mi ojiplática sorpresa: ¡resulta que es genético! Oh la la! Jamás a una hormona se le sacó tanto partido. La verdad es que a los hombres, al nacer, tendrían que extraerles la testosterona, porque no causa más que problemas. Que son unos bastardos violentos: la testosterona. Ahora que no matan mamuts pues tendrán que descargar por otro lado. Que son más infieles que un gallo en un corral: ah, se siente! Son las androhormonas!

Pero sigamos, que esto da para más: "¿Por qué se suicidan tanto los hombres? No es una pregunta de respuesta rápida. Los especialistas (siempre los especialistas) llevan años conviviendo con esa realidad, pero existen pocos estudios rigurosos para responderla. "Es verdad que los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres, en España y en Europa, pero también se sabe que las mujeres intentan quitarse la vida tres veces más que los hombres porque viven con una presión tres veces superior",(o sea, que tres hombres lo consiguen, pero tres mujeres lo intentan, y ahora está el conejo en el sombrero, pero ahora no lo ves, y entonces tres más que ni lo intentan ni lo consiguen y ya tenemos una opinión experta) explica la psiquiatra Carmen Tejedor, una de las voces más autorizadas de España para hablar del espinoso y complejo tema del suicidio. (...) "La gran desproporción entre hombres y mujeres suicidas se debe a factores genéticos y biológicos. La testosterona les ha convertido históricamente en cazadores, les hace más impulsivos y más resolutivos", explica Tejedor. A eso se unen factores socioculturales e incluso morales. "El suicidio masculino está visto como una cuestión de honor, lo que no ocurre con las mujeres. Su muerte se acepta menos y se tiende a pensar que si se quita la vida es porque es una mala madre. El suicidio femenino supone el reconocimiento de que la tribu no la ha protegido", razona la psiquiatra. (¿Razona? Vamos a ver, ahora se saca las hormonas de la manga y luego las esconde detrás del armario cuando ya no le valen y entonces es cultural y el que ha leído la línea anterior y todavía la recuerda está loco y necesita medicación. Haber empezado por la cultura, que es como más guay y así no te pillas las manos con que si la testosterona, la hoguera en la caverna y los pelos en el pecho) La excepción a esa norma de tres suicidios masculinos por uno femenino es China, donde las mujeres se suicidan el doble que los varones. Tejedor lo atribuye al rol social que tiene la mujer en aquel país" Pero esto no hace falta explicarlo demasido porque los chinos son muy raros y siempre están ahí intentando joder todas la leyes de la psicología...


(Tomo aire y ya seguiré...)

sábado, 16 de octubre de 2010

Amigos como electrodomésticos

(Cualquier parecido con una conversación real es completamente intencionado)

-Últimamente la mayor parte de la gente me cae mal. No es que yo me crea superior a los demás, es sólo que debo de estar muy desconectada de lo que le interesa a la gente ahora, porque cuando llevo a un par de chicas charlando en el asiento de alante del bús no puedo parar de pensar que son tontas. Pero es que estoy segura que ellas pensarían los mismo de mí. Son incompatibilidades.
- Es que últimamente te estás volviendo muy intolerante. Me río yo de "vosotros" que vais de progres y liberales y luego sois unos nazis.
- Perdona, yo de liberal cero. Y sí, me voy haciendo intolerante. Bueno ya lo era antes, lo que pasa es que después de la adolescencia, mi época de mayor esplendor, decidí hacerme a mi misma un programa de candidez suma para agradar a la gente, pero ya me cansé. Hay cosas que no me gustan y lo digo. No por ello voy a coger a las chicas del bús, que van hablando durante todo el viaje de lo vital que es tener unos pantalones pitillo rojos, y lanzarlas por la ventana. Pero pensar que son bobas, pues lo pienso. No voy a ir de "hola, soy tolerante, vive y deja vivir" y pensar que bueno, a su manera son majas. Para mí son tontas. Igual que yo lo soy también, pero si me centrara en lo segundo caería en una depresión absoluta y la única solución que tendría sería el suicidio. Así que me parece más adaptativo odiar a los demás
- Qué intolerante
- Si ya lo sé, pero bien a gusto que estoy. Me cae mal más de la mitad de la gente que conozco y así cada vez tengo menos amigos, pero lo asumo y no me quita el sueño. Tampoco te lo tiene que quitar ahora a tí. Tolérame como soy (guiño).
- Es que con la gente eres una nazi, a ti la gente o te encanta o ni la saludas.
- No te pases que una perdona vidas no soy
- Yo soy diferente. Hay que saber para que te sirve cada amigo, no todos son iguales. Yo tengo amigos para salir, amigos para tomar cañas, amigos que son más para tomar un café tranquilo, amigos de esos con...
- Vamos, como electrodomésticos
- ¿Eins?
- Es que yo paso de tener amigos como si fueran electrodomésticos. Éste para planchar, éste para hacer tostadas, pero para lavar la ropa, éste.
- Claro, tú es que si no tienes amigos del alma no tienes amigos.
- No, del alma no hace falta, que eso suena a mal rollo, pero sí por lo menos que la mitad de la relación no sea hipócrita y falsa. Yo quiero amigos Turbomix, que sirvan para todo. O que no sirvan para nada, vaya, que el criterio no está en la utilidad.