"La estadística es la ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno"

martes, 20 de abril de 2010

Suspicacias educativas. Cap 1


Paso por delante de un cartel (¡publicitario!) de la Comunidad de Madrid en el que se anuncian los centros públicos de enseñanzas bilingües: 242 colegios de primaria y 32 institutos. Como imagen, una niña latinoamericana, sentada en una de esas mesas color verde palo tan típicas de nuestras aulas, levanta la mano sonriente. A su lado la consigna " yes, we want".

En la ciencia educativa siempre se ha hablado del estudiante medio, ese que no es ni muy listo, ni muy tonto; ni muy pobre, ni muy rico; y por supuesto, ni muy sumiso ni muy contestatario. El currículum se planifica pensando en ese estudiante, que aunque en realidad no existe, es el centro del sistema educativo. Ahora bien, por lo tanto, si el sistema esta organizado así, yo me basaré en ello como premisa para abordar, desde mi punto de vista, esta hipócrita y falsa campaña publicitaria.Si existe el estudiante medio, entonces yo hablaré del centro medio.

Tomemos a uno de esos 32 Institutos de Enseñanza Secundaria de la Comunidad de Madrid y describámoslo:
Centro ¿bilingüe? que imparte parte de sus enseñanzas en inglés y francés. Mirando sus aulas en un curso tan decisivo como es tercero de la ESO nos encontramos con seis grupos. Los alumnos de los grupos 1 y 2 , tomados y nombrados por los propios miembros del centro como los buenos, reciben parte de las clases en inglés, además de tener como optativa francés. El número de alumnado inmigrante en estos dos grupos es anecdótico. Los dos grupos siguientes en el ranking de "bondad educativa", el 3 y el 4, tienen clases en francés, aunque en mayor cantidad el primero de este dúo. ¿Número de inmigrantes? Aparecen los primeros en el grupo 4 llegando a tan sólo el 14 %. Pasamos entonces a los llamados grupos difíciles, el 5 y el 6, que reciben las clases (afirmación que, en sí, podría ser cuestionada) única y exclusivamente en castellano. Sorprendentemente, el número de alumnado inmigrante asciende al 35 % en el grupo 5 y 68 % en el grupo 6.
A esto hay que sumarle que en las estadísticas sobre el porcentaje de alumnado inmigrante SÓLO cuentan los procedentes de Latinoamérica, África y Europa del Este. Los alemanes no son inmigrantes, y muchos menos los estadounidenses, los franceses o los noruegos entre otros. No es por tanto un tema de lengua. Es más, los alumnos chinos tampoco cuentan, ¿por qué? Porque cuando se habla de la distribución de la inteligencia como rasgo propiamente humano en la población en general, se establece, desde las corrientes más rancias de la psicología, que los chinos son más listos que los blancos y a su vez estos más que nos negros.

Recapitulando: la Comunidad de Madrid hace una campaña para anunciar los centros públicos bilingües y, queriendo hacer un alarde de no se sabe qué, nos plata a una niña encantadora de sonrisa profident que, ¡Oh, sorpresa! debe de ser ecuatoriana. Pero el caso es que se han equivocado de cartel, porque o pretendían anunciar los guetos educativos o no sé qué habrá confundido al del casting de niñas encantadoras porque, si en la comunidad de Madrid hay clases con enseñanzas bilingües, los "negros" no están allí, sino en esas clases que son la antesala de la salida de emergencia, porque aquí escolarizamos a todos, otra cosa es que consideremos que merecen educación.

Y si todo esto no es así, si yo me cuento la historia como no es y veo orejas de lobo donde hay florecillas silvestres, que alguien me lo rebata, por favor, que ya no sé si es que yo veo fantasmas donde no los hay.

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